Plaza de la Barceloneta
En febrero de 1753 se pone la primera piedra del barrio de la Barceloneta. Dos años después la urbanización del barrio ya se encontraba muy avanzada. La proximidad del Puerto, su ubicación fuera murallas, el tipo constructivo barroco y la instalación de dos cuarteles de soldados, serán los factores claves para determinar el tipo de población que se instala, los oficios a que se dedican y en la creación de un carácter y aspecto diferente al resto de la ciudad.
La Barceloneta del setecientos crece sin pausa y pronto se llena de vecinos que demandan todo tipo de comercios a su servicio. Por el hecho de ser un barrio que se encuentra fuera murallas pronto se evidenció la importancia de ser autosuficientes en productos de primera necesidad. En las plantas bajas de las casas tradicionales, muchas veces es donde también encontramos la vivienda del comerciante. Se instalan establecimientos de artículos básicos para garantizar el consumo de comestibles del vecindario. También se incide mucho en que no falten almacenes que den servicio a las necesidades militares y de la hacienda del rey, así como los nuevos vecinos.
Las crónicas de Diego Alejandro Gálvez dicen que en la plaza de la Barceloneta: "... En el lado derecho está la casa del cura, y al izquierdo una hostería, la más bella, aseada y proveída de toda Europa. Cada pieza de esta hostería está adornada a las maravillas, y es el mayor desahogo para los vecinos, principalmente los días de fiesta, pues se van a merendar en ella y, aunque se junten 50 personas, en un cuarto de hora se le dispone un espléndido banquete.
Y todo, tanto en ella como en el resto de la nueva población, es a precios más moderados, por haber conseguido. Asimismo hay confiterías, tabernas, tiendas, escuela, médico, cirujano, botica y todo cuanto debe tener un pueblo bien regido y proveído."
¿Qué visitamos?
San Miguel del Puerto
Pl. de la Barceloneta s/
El 8 de mayo de 1753 se colocó la primera piedra del Templo que el Marqués de la Mina resolvió consagrar a San Miguel, patrón de su casa. Las obras finalizaron en 1755 y el 27 de septiembre del mismo año se bendijo y se consagró al culto con una gran fiesta. La iglesia de estilo barroco académico, realzaba la fachada con tres esculturas del artista Pere Costa, San Miguel y a los lados San Telmo y Santa María de Cervelló. En su interior, se instaló el sobrio mausoleo del Marqués de la Mina, destruido durante la guerra civil. En el año 1968 se construyó el actual altar mayor esta vez con un estilo más funcional obra de la casa Raventós, y finalmente en el año 1992 se repuso en la fachada la nueva figura de San Miguel del escultor Emili Colom.
Csa Lesseps / Primer Hostal
Sant Miquel 41-43
En la parte derecha de la iglesia de San Miguel encontramos la Casa que ocupó en Fernando Lesseps entre los años 1842 y 1848. La casa de estilo Neoclásico seguía el modelo establecido para todas las casas del barrio consta de un piso y planta baja ampliando posteriormente la altura a una planta más, las puertas y las ventanas son de arcos rebajados y la fachada es adornada con unos grandes paneles de terracota muy habituales en la Barcelona de la primera mitad del siglo XIX. La edificio mantiene bastante bien su estructura y aún podemos admirar el patio interior así como las originales barandillas de hierro forjado en el balcón del primer piso.