La Electricidad
En 1907 la Compañía Barcelonesa de Electricidad pide permiso para construir una central eléctrica que debía abastecer a la Barceloneta. Los planos originales de este edificio dan a entender que todo estaba diseñado para que fuera un edificio de planta baja y primer piso y contaba con una nave y vivienda para los trabajadores, pero por lo visto se levantó una planta en la fachada de Sant Carles dividiéndose en dos partes, por un lado la nave y por el otro las viviendas y el local. La subcentral a pleno funcionamiento contenía dos dinamos, de 250 kW cada una, necesarias para abastecer al barrio. En 1980 se detuvo su actividad industrial, pero continuó como vivienda y local.
El bar datado en 1908, situado en la planta baja, se instaló una bodega, que todavía mantiene el nombre de La Electricidad, era donde los trabajadores de la estación iban a comer. Las sucesivas reformas han alterado muchos elementos decorativos que formaban parte del edificio inicialmente proyectado, pero encontramos detalles como las puertas principales que cuentan con unos particulares herradores. Pero lo que más destaca es su decoración original al más puro estilo de bodega de toda su vida; la barra de mármol, las botas con vino de granel en la pared, las míticas neveras con las puertas de madera y las mesas de mármol blanco.
Victoria Jaén y Agapito Soler adquieren el bar a sus anteriores propietarios Arturo y Gloria en 2006. Ya en 2020, con la pandemia, Agapito y Victoria deciden pasar el relevo a sus hijos Daniel y Judith Soler y su yerno Toni Pérez. El equipo, sin duda una de las claves del Electricidad, se mantiene desde hace más de 17 años con Sarai y Javier Ortega como caras visibles y almas del local. Actualmente su cocina destaca por sus variados, el pescado, la ensaladilla rusa y el vermú es de obligado probar.
Actualmente ligado a la familia Soler su cocina destaca por sus variados, el pescado, la ensaladilla rusa y el vermut es de obligado probar.