Evolución del comercio
Evolución del comercio
Hasta finales de SXIX el barrio marinero es un espacio donde tradicionalmente se compraba y se vendía en la calle todo tipo de productos y contaba con un mercado en la plaza de la Font que todavía era al aire libre.
Al 1884 se inauguró por fin un Mercado cubierto construido por una de las empresas líderes del momento la Maquinista Terreste y Marítima.
La evolución del pequeño comercio será imparable adaptándose a la demanda y queda recogida en las guías que se publican esparteros, toneleros revendedores, semoleros, sastres zapateros...pueblan el comercio hasta finales del SXIX.
Ya en el siglo xx alrededor de los años 30 se amplía actividad donde se mezclaba el pequeño comercio, los almacenes navales y las industrias con despacho de ventas. La guerra civil supondrá una rotura con la dinámica comercial.
La posguerra fue una etapa poco propicia para la actividad comercial (hasta al 1952 perduró la cartilla de racionamiento). Los 50 marcarán el cambio y el crecimiento poblacional y las demandas acaban para liberalizar la oferta. Es un momento clave para el desarrollo de los pequeños establecimientos especializados que verán un momento de bonanza hasta los años 60 momento en que empezarán a surgir los grandes almacenes.
A partir de 1970 se mantienen esencialmente los productos de uso cotidiano, especialmente la alimentación. En estos años también comienza a borrarse todo el pasado industrial y de los establecimientos ligados a la actividad marítima solo restando una pequeña representación de tiendas relacionados con los artículos de pesca y los efectos navales y pinturas.
Proliferaron las tiendas de electrodomésticos en la zona de los porches del puerto y con respecto a los productos alimentacios, las tiendas de víveres tradicionales irán dejando paso al estilo supermercado empezando a vender de otra forma.
Después de una época dorada, con la demolición de los “chiringuitos” y de la mayor parte de las casas de baños, a finales de los 80, la Barceloneta que había contenido una historia social y comercial muy intensa se ve abocada a reinventarse comercialmente una vez más. Los 80 son el momento de entrada del concepto de los espacios multivenda como la Cope abrirán la puerta a grandes cadenas como máximos exponentes alimentarios.
La década de los 90 el uso masivo del vehículo privado favorece el acceso a los grandes espacios comerciales externos. La Barceloneta comercial surgida después de las transformaciones que generaron el Juegos Olímpicos de 1992 todavía conserva dentro del muelle de pescadores el espíritu marinero que siempre lo ha identificado. Sin embargo empieza a perder tejido comercial mientras consigue mantener un amplio abanico de gastronomía tradicional conocida en todo el mundo.