El ocio y los baños
El ocio y los baños
La pujanza industrial marca también el inicio de la decadencia de los antiguos astilleros y de las fondas que daban servicio a los marineros que llegan al Puerto que, con la apertura del Portal de la Pau y la desaparición posterior de las murallas, ya no necesitan pasar noche en la Barceloneta.
Al iniciarse el S.XIX muchos habían apostado por los establecimientos de baños, los primeros al instalar habían sido los de Can Soler y el éxito fue tal que aprovechando la temporada de verano los propios encargados de los astilleros ofrecían instalaciones de servicios para los bañistas que se desmontaban con la llegada de las bajas temperaturas. La presentación de estos establecimientos no era muy valorada hasta llegar a la construcción al 1872 de los Baños Orientales, que dejó en evidencia que si el resta de establecimientos querían competir en servicios tenían que mejorar sus instalaciones. Otros baños que adquirieron gran renombre en la época fueron los del Astillero, San Miguel o San Sebatián.
Ya al S.XX estos espacios también fomentarían la práctica de deportes marítimos y los clubes de natación forman a los mejores nadadores e incluso generan disciplinas de competición marítima propias como las regatas de patín a vela catalán.